El Misterio de Prilidiano.

El Misterio de Prilidiano

es un sitio dedicado a descubrir el misterio de Prilidiano Pueyrredón, con la ayuda inestimable del Mono Transparente, entidad descubierta por los sabios de la Provincia de Buenos Aires en el muy famoso Instituto de Rayos Catódicos. Dicho Instituto pudo mediante los mencionados rayos, descubrir entidades transparentes en el espectro fino de las pinturas. Entidades que responden a las pulsiones primarias de los artistas, y quedan en la memoria de la Materia por ellos organizada en perfectas armonías y por eso son convalidadas por el público, como funcionales para la preservación de la Especie, al consagrarlas a la admiración y el deleite de las masas. El citado Mono Transparente, fue ofrecido a los EEUU de Norte América como parte del pago de la deuda externa de nuestra patria. Actualmente se encuentra en viaje de estudios en el Río de La Plata, su lugar de origen en realidad; el viaje es financiado por el Whitney Museum para alejarlo de la pintura del artista Edward Hopper, la cual estaba evidenciando una intensidad erótica inusitada, intensidad atribuida a las pulsiones, no solamente de Edward Hopper, sino también a las del Mono Transparente. A esas pulsiones infecciosas, tratarán de domesticar los sabios bonaerenses, mientras tanto el engendro por ellos descubierto, por puro instinto develará el Misterio de Prilidiano.

viernes, 21 de enero de 2011

Las Pesadillas de Prilidiano.




















Título: Mi Papá es Prócer.
Dibujo sobre cartulina enyesada. Cartón con una película de yeso que se retira mediante una herramienta llamada raspín. Técnicamente es un esgrafiado. No se puede usar como una matriz. Es un original.
Autor: Alfredo Benavidez Bedoya.
Conferencia pública del Pequeño Profesor titulada:
Las Pesadillas de Prilidiano Pueyrredón.
Es realmente un placer dar a conocer la primicia, que recorre el orbe y que nos anuncia, que los sabios de la Provincia de Buenos Aires, en el ya famoso Instituto de Rayos Catódicos, han logrado aislar en el conocido Autorretrato pintado por Prilidiano Pueyrredón. 
"¡Y coño, que además no podía ser de otro pintor, no sería autorretrato entonces!". 
Perdón, decía que los sabios bonaerenses han aislado en esa pintura, los sueños y pesadillas de la infancia del autorretratado artista. Estas extrañas visiones del mundo interior de Prili, estaban pegadas como un moco inmundo a los protones de las partículas del azul cobalto, el cual es el color más estable, 
"¡Y debe ser así coño, por eso de la bomba de cobalto, digo!!!!!!" 
Perdón. Perdón a todos. Se escucha bajo: “Llamá a seguridad y que saquen de aquí a ese gallego de mierda”. 
Perdón, decía: Las muestras de las pesadillas de Prili, son acojonantes, duras pero acojonantes. En la que hoy les mostramos aparece el Papá de Prili, el Prócer Juan Martín de Pueyrredón con el uniforme de General de los Húsares de Pueyrredón, con los cuales perdió Pueyrredón varias batallas y le ganaron otras tantas. Le cuelgan las medallas necesarias para ser Prócer, y su frente está llena, de los ridículos rulos que se hacía con la peluca propia, o rulo exento, coleta maricona o quincho trasero. 
Entre las manos parece oprimir a una pequeña mujer, que a pesar de ser tratada como una muñeca parece feliz de su destino. ¿Será la Madre de Prili? ¿Será una amante? Los ojos del Papá Prócer son fascinantes, por eso de “la mirada preclara” seguramente. Pero también en su mirar hay mucho de atemorizante, casi como para decir: “rajemos de aquí que el psicópata está a punto de expulsar un pedo sulfuroso.” 
En cambio esos bigotines retorcidos y esa perilla pilosa bien en punta, nos llevan a otro lado, nos llevan al mundo de los “propiamente putos” al decir de Núñez de Pineda y Bascuñán en 1863, refiriéndose a los indios australes. (Ver Museo del Bicho). Esos bigotines y esas perillas funambulezcas eran la moda entre los petimetres (“Pequeños Maestros” en francés, alter ego académico del “Pequeño Profesor”). 
Y entre esos pícaros, prestidigitadores y falsarios estaban aquellos que les gustaba “tomar por culo”. Y por todos estos hechos se imponen las preguntas temidas: ¿Era “propiamente puto” Don Juan Martín de Pueyrredón? ¿Qué le hacían los Húsares en los retretes infectos del cuartel? ¿Fue el verdadero Padre de Prili? ¿Esa muñeca que oprime entre las manos era su Deseo de ser putita? Si fuera cierto y deseaba ser putita, ser tan pelado debe de haber sido espantoso, por lo masculino y poco estético de la “tenue”. Pobre Prócer Propiamente Puto. (Nota del Editor: P.P.P.P. puede ser un acróstico como aquél con que firmaba: P.P.P. Prilidiano Pueyrredón Pincit o Pegnit) Eso es todo, amable público. Muchas gracias.
Luego de los aplausos el asistente del Pequeño Profesor se le acercó y le dijo socarronamente:
“Maestro. El que sacaron a patadas los de seguridad era el mismísimo Juan Martín de Pueyrredón!”.
Pero cómo si está muerto hace rato.
“Maestro. Recién yo no lo vi muy muerto, cuando le estaba destrozando a Usted el automóvil convertible ”. 
El Pequeño Profesor pensó: Puede ser que haya salido del cementerio para la Conferencia. Espero que no se repita, confundí su acento con el de un peninsular, aunque su acento español era típico en el Río de la Plata, los criollos estrenaron su tonada al separarse de España pero esperaron unos años por las dudas. Con fantasmas rompiendo automóviles convertibles, se verá complicada la investigación para descubrir el Misterio de Prilidiano…
Análisis y conferencia: BB