El Misterio de Prilidiano.

El Misterio de Prilidiano

es un sitio dedicado a descubrir el misterio de Prilidiano Pueyrredón, con la ayuda inestimable del Mono Transparente, entidad descubierta por los sabios de la Provincia de Buenos Aires en el muy famoso Instituto de Rayos Catódicos. Dicho Instituto pudo mediante los mencionados rayos, descubrir entidades transparentes en el espectro fino de las pinturas. Entidades que responden a las pulsiones primarias de los artistas, y quedan en la memoria de la Materia por ellos organizada en perfectas armonías y por eso son convalidadas por el público, como funcionales para la preservación de la Especie, al consagrarlas a la admiración y el deleite de las masas. El citado Mono Transparente, fue ofrecido a los EEUU de Norte América como parte del pago de la deuda externa de nuestra patria. Actualmente se encuentra en viaje de estudios en el Río de La Plata, su lugar de origen en realidad; el viaje es financiado por el Whitney Museum para alejarlo de la pintura del artista Edward Hopper, la cual estaba evidenciando una intensidad erótica inusitada, intensidad atribuida a las pulsiones, no solamente de Edward Hopper, sino también a las del Mono Transparente. A esas pulsiones infecciosas, tratarán de domesticar los sabios bonaerenses, mientras tanto el engendro por ellos descubierto, por puro instinto develará el Misterio de Prilidiano.

jueves, 27 de febrero de 2014

El Mono muestra su juego.

“El Mono transparente en Paraty luego de su baño matutino.”. Acuarela a pincel y lápices acuarelables, el mono está dibujado aparte en un calco, calcado sobre la acuarela con carbónico negro y retocado con birome negra y lápiz acuarelable. Medidas: 30 cm x 22 cm. Papel Fabriano. 200 gramos. En esas deliciosas aguas donde bañaba su anatomía, el Mono transparente se dio cuenta porqué estaba allí, su conocido olfato y la lectura de los protones, neones, perones o como se llamen esas partículas inmundas y enanas, que componen la materia física amasada por Prili para pintar y que mantienen recuerdos y vivencias y ocultas intenciones del Autor, con todo esto confirmó lo que suponía: en Paraty, Prili había cometido una felonía. En la antigua Paraty, pues Pedro II construyó la que conocemos en 1844 cuando Prili ya se había ido. Construyó la nueva sobre la vieja, conservando el estilo colonial, porque Paraty estaba en un momento de explosión industrial al tener 250 trapiches que producía el mejor aguardiente de caña, la cachaza, con la que se ponía en pedo la negrada y ya mamada, no se comían crudo a Pedrito el Emperador de las bananas ilustradas. Dicen que toda la población de Paraty vivía completamente en pedo, pues en los trapiches se regalaba de la buena y entre tanta fiesta se formó un puterío notable, atracción segura para los disolutos de mi Tatita y Prili. (Sigo sospechando que el Mono Transparente me está tendiendo una trampa). La distribución nacional de la droga proletaria y esclavista, la cachaza, se llevaba a Rio por mar en goletas, dado que eran 150 kilómetros pero el accidentado terreno impedía aún trazar caminos y desde Río al interior y hacia todo el litoral atlántico con similares goletas o escunhas que llevaban barriles hasta en la cubierta. Cuando descargaban en Río y volvían a Paraty, , tenían que llevar lastre para navegar y los pasajeros no venían mal. Con buen viento se llegaba en el día, la estadía era barata, la vuelta más cara, peligrosa e incómoda, pero todo se soportaba se uno era muchacho, tenía un papá prócer con platita, y podía vivir una semana en el Paraíso bacanal de Paraty, bacanal en el correcto sentido del término digo. En la Revista de Buenos Aires Nro.: 75 del año 1869 se confirman mis dichos sobre Paraty como puerto comercial: el Virrey Arredondo en su informe final dice en 1793: “ consiguiente a esto se presentó el 26 del mismo diciendo, que en las balizas de este Río habían fondeado las lanchas de Aguirre y Cordero, conduciendo 1710 rollos de tabaco negro que habían recibido de cuenta del expresado Romero de la carga del buque portugués “San Joseph” procedente del puerto de Parati (SIC); cuyo buque había entrado en Montevideo conduciendo negros, pertenecientes a varios portugueses en virtud de la facultad que S. M. tiene concedida para el efecto. Expuso igualmente que esta partida de tabacos era la que esperaba dentro de un mes de Río de Janeiro; en cuya inteligencia suplicó se diesen las providencias oportunas con concepto a lo mandado por Decretos de 20 y 27 de septiembre…” Es muy interesante el caso, confirma el comercio de negros y tabaco negro retorcido (sería todo tabaco o habría chamico al que los negros le decían pango) desde Río de Janeiro a Paraty, Montevideo y luego a Buenos Aires. Arminda D´Onofrio, historiadora y sacerdotisa Vestal del Templo de Prili, en su tarea de “enaltecer al hijo del prócer y por qué no un poco prócer y por tanto pueda yo historiar a alguien que valga la pena”, el texto entrecomillado es una intervención directa del alma de la difunta autora idólatra. La citada autora, con su alma aún en pena por exagerar y guardar lo incorrecto bajo la alfombra de la Sala Principal, nos relata de una fuente difícil de encontrar (Revista Literaria. Buenos Aires julio de 1874), donde el hermano mayor de tatita, José Tomás, llamado como el papá prócer y que sería mi tío tatita, relata pormenores correctos de la vida en Río de Janeiro en esos años. Pero si lee la Autobiografía de Tatita verá la otra parte, la incorrecta. De todas formas lo que aporta Santa Arminda fortalece la Tesis del inmundo Mono Transparente. Es muy probable, dada la inclinación libidinosa de Tatita y la perversión de la conducta libertina de Prili. Conducta que fue objetada por el propio Eduardo Schiaffino según la vestal Arminda, que decía de Prili, Don Schiaffino?, por qué dudaba de la moral de Prili y los Calzadilla?. Justamente Don Schiaffino, al que mi otro tatita Vicente Ferrer Demaría lo agarró metiendo la mano en la lata varias veces y lo denunció a distintos Ministros de Instrucción Pública, como Joaquín V. González y Rómulo Naón, el cual lo terminó echando. Tengo seria documentación respaldatoria y pienso hacerle una denuncia por malversación de fondos públicos y enriquecimiento ilícito, ya tengo un abogado que me patrocina, bueno, me dijo: “si necesitás algo llamame”, le parecerá bien representarme para meter en cana un fantasma?. Ese Señor Schiaffino se hacía pagar con fondos públicos su departamento en el Bon Marché, en el tercer piso y vivía aparentemente con el Secretario Perpetuo del Museo Nacional de Bellas Artes, el Sr. Díaz Romero. El que lo cubría cuando se rajaba a Europa con todo el alquiler del año del Museo que retiraba junto a principio de año, además de los jugosos fondos que le daba el Congreso para que fuera a comprar réplicas de yeso del Arte Europeo. Tengo todo documentado. Tengo más pruebas en contra de Schiaffino que las que tiene el Amado Vice Presidente. Volviendo a la investigación del Mono Transparente, es pertinente agregar estas líneas de mi Tatita: “ Cuando se me nombraba era únicamente por mi nombre de pila, Carlos, manera familiar y simpática que bastaba a designarme sin necesidad de apellido. Antes de hablarnos en las tertulias con las niñas de ojos dulces y negros que están diciendo “nos morimos de amor”, ya éramos conocidos, y a las dos palabras se trababa la inocente amistad ¿?, emanada de aquellas almas puras con la suavidad de un perfume.. No te puedes imaginar mi poder de ubicuidad. A cinco leguas a la redonda, en todas partes de los primeritos. Yo en las fiestas de tradición popular, en las romerías, en las carreras, en los paseos, en las salas de esgrima, en los saraos, en los conventos, en los cuarteles, en las cárceles, en los barcos, en los bailes de candil, ¡qué sé yo¡… El único sitio donde no puse los pies fue en el Palacio del Emperador. Mi padre quiso presentarme alguna vez; mas para asistir a las recepciones de Su Majestad se necesitaba un uniforme, y la costumbre de los que no le tenían era llevar casaca de terciopelo verde y calzón corto de lo mismo. Resistiendo las instancias paternas, declaré terminantemente que no consentiría jamás en presentarme en público vestido de cotorra”. Bravo, Tatita, lástima que unos años después te echaron casi a patadas del Brasil y vos suplicabas que te dejaran quedarte, porque la estabas pasando bombas y bombiñas. Acuarela y texto: Alfredo Benavidez Bedoya. Derechos reservados. www.elmisteriodeprilidiano.blogspot.com

viernes, 21 de febrero de 2014

Las vacaciones del Mono Transparente.

En esta imagen de interpretación obvia, pueden darse cuenta de la voluntad investigativa que tiene el Mono Transparente, ninguna, absolutamente ninguna, disfruta de la selva como buen mono que es y desaparece de tan transparente que es, en las aguas transparentes de Paraty. Este Mono además de libertino, es cada vez más insolente y goza de una autonomía que asusta. Deberé hablar con los sabios bonaerenses del Instituto Provincial de Rayos Catódicos, para saber si ellos pensaron al crearlo como eliminarlo, por si se transforma en un peligro y desordena el horizonte simbólico de los argentinos. Aunque debo reconocer que analizando la obra del gran pintor estadounidense Edward Hopper, supo señalar la importancia que en su obra, tienen los culos en un primer grado, las tetas en segundo grado y tal vez el crimen en un tercer grado. A raíz de esa ausencia indisciplinada debo apelar a la Autobiografía de mi disoluto Tatita, el poeta Carlos Guido y Spano, compañero de correrías de Prili: “Llego a Río de Janeiro. (1840) ¡Salve, románticas montañas, ondas apacibles, islas pintorescas, donde durante la friolera de unos diez años, corriendo la gandaya, debía deliciosamente holgazanear¡ ¡Si yo fuera pintor¡ ¿Más qué pincel pudiera reproducir la agreste hermosura del paisaje, el verde y fresco panorama que se te presenta a la vista? Allí, la gracia de las líneas, la suavidad de los contornos, las elegantes ondulaciones del terreno; allá, abruptas peñas que semejan toscos menhires cubiertos de hepáticas y anémonas, piedras druídicas, fantásticos dólmenes. Al lado de un lago, un arrecife. Valles recónditos, colinas coronadas de palmeras no menos esbeltas que las de Idumea o Tadmor….” Es de hacer notar que el primer deseo que expresa querer ser, es el de ser pintor y lamenta no serlo y trata de serlo describiendo con poesía sublime la belleza natural de Río y reconoce la pachanga de 10 años que se pasó, el disoluto de mi tatita, además conoce a Prili que estudia pintura en la Academia de Arte de Río, fundada por la misión francesa convocada por Pedro II y sigue: “ Vivísima impresión experimenté al contemplar el cuadro del cual solo he trazado aquí el pálido bosquejo. Para animarle sería menester usar los tonos enérgicos, las cálidas tintas de los pintores venecianos, y pedir a la poesía oriental la brillantez de sus imágenes.(Otra vez equipara las imágenes visuales con las poéticas) Desde luego, juré tácitamente a los Dioses, no hacer de allí adelante nada más que admirar la obra supremas de sus manos. Nunca juramento alguno fue cumplido con más fidelidad. ¡Qué vagar por aquellos matorrales¡ Qué bañarme en los torrentes! Qué hartarme de naranjas, de paltas, de cambueás, de cayús astringentes que me fruncían la boca. Te puedo asegurar que viví largo tiempo como un mono, solo en la espesura, alimentándome de fruta. No por carecer de otros regalos; podía encontrarlos en mi casa, en donde había cierto fasto propio de la alta posición de su jefe. A más, andando el tiempo, y rayando ya la juventud, de vuelta de mis excursiones montesinas, frecuentaba yo la mejor sociedad, de que era núcleo principal el Salón de mi madre, asistiendo con frecuencia a las tertulias, los bailes, los espectáculos públicos. Empero a todo prefería el ir a divagar solitario en el fondo de las misteriosas florestas…”. “Tentado estoy de hablarte de mis ensueños juveniles, de la exuberancia de sentimiento y de savia que sentía bajo aquel clima ardiente, de mis paseos por el río, amaneciendo en algunas de esas islas desparramadas como esmeraldas en el azul del mar, y casi te cuento algunas de mis aventuras novelescas. Te diré que en Río de Janeiro, a los veinte años, se ama como en ninguna parte. Aquel sol, aquellas dulzuras tropicales, los vivos perfumes de los montes, las excitantes exhalaciones del ubérrimo suelo, las voluptuosas armonías del cielo y de la tierra, te impregnan hasta el alma, y ésta, templada a las vivas emociones, a los éxtasis paradisíacos, siente la necesidad imperiosa de idolatrar a todas las mujeres”. El disoluto de mi Tatita cultivó su natural lascivia, su gula, su ebriedad, sus tendencias libertinas, sus capacidades seductoras y manipuladoras para fascinar y morder y comer la fruta deseada, en Río de 1840 a 1850, coincidió con Prili tres años, la Tesis medio embarazosa que comienza a develar el Mono Transparente complica a Prili y a Tatita, porque a ambos le gustaba la festichola. A Prili la festichola y la pintura y las estudiabas, a Tatita la festichola, la lectura, la poesía, y las practicaba, era políglota, se leía todo y era hermoso. Algo debe haber pasado para que el nombre Pueyrredón no sobrenade nunca la memoria de Tatita.”Casi te cuento algunas de mis aventuras novelescas”. No las contó. El Mono sabe algo. Acuarela y texto: Alfredo Benavidez Bedoya. Derechos reservados. www.elmisteriodeprilidiano.blogspot.com

jueves, 13 de febrero de 2014

La pista del Brasil. Primera entrega.

“El Mono transparente en Paraty”. Acuarela a pincel y lápices acuarelables, el mono está dibujado aparte en un calco, calcado sobre la acuarela con carbónico negro y retocado con birome negra y lápiz acuarelable. Medidas: 30 cm x 40 cm. Papel Arches. 300 gramos. El Misterio de Prilidiano. La pista del Brasil. Cuando estaba prácticamente demostrada la ubicación topográfica de “Un alto en el camino”, situada casualmente cerca de mi casa, a trescientos metros del cauce del arroyo Medrano. El Mono Transparente, se mandó a mudar al Brasil. Incluso ya estaba determinado que si la familia de la carreta, venía de las Lomas del Morón deberían ver el río sobre el horizonte, mientras que otro autor sugiere que se ven los bajos y el río a la derecha, lo cual es falso porque no se ve nada y si el río estuviera a la derecha, la carreta vendría desde el Sur. Bueno, ante la deserción del Mono el lugar exacto quedará por determinar. El Mono, este indisciplinado asistente es una curiosa creación de los sabios bonaerenses en el Instituto de Rayos Catódicos, la entidad rastrea las intenciones o inclinaciones o derivaciones o insinuaciones o situaciones que quedan ocultas en el espectro fino y profundo de las pinturas de los artistas, llegando incluso a conocer detalles de su biografía. Este Mono es el primer prototipo y fue probado en EEUU con la pintura de Edward Hopper y direccionó la investigación hacia las pulsiones ocultas del artista, que resultaron ser las sexuales. Luego supimos que eran también las inclinaciones del Mono. Ahora nos vino con que en el Brasil, en la mejor época del año para disfrutar, hay una pista firme, nos negamos furiosamente a ese cambio repentino en la investigación del Misterio de Prilidiano, pero el Mono hace un poco lo que quiere porque goza de libertad en el mundo espectral donde vive. Así que cuando le dijimos que parecía que se iba de vacaciones, nos dijo que también, y como era Mono gustaba de la selva y como era transparente sólo se bañaba en aguas de la misma calidad, transparentes. Y por eso se iba a Paraty en el límite sur del Estado de Rio de Janeiro. ¿Pero qué tiene que ver esto con los Pueyrredón? En el año 1841, el General Tomás Guido es nombrado por Juan Manuel de Rosas, Embajador Plenipotenciario ante el Imperio del Brasil. Pueyrredón y Guido eran muy buenos amigos, desde las Invasiones Inglesas se conocían, con San Martín, gran amigo de Guido, son los responsables de la Liberación de Chile y Perú. Además entre ellos fundaron la Logia Masónica Lautaro. Hay muchísima documentación sobre esta relación. Es más, hay una piedra antigua en la vereda de la Quinta de Pueyrredón con el nombre de Guido. Es justamente esta relación la que lo lleva a Juan Martín de Pueyrredón, a dejar su autoexilio en parís y bajar hasta Río de Janeiro para que Guido interceda ante Rosas para que no se le incauten más propiedades al ser su familia de origen francés, país que estaba bloqueando el Río de la Plata. Pero además el problema, era que hermanos de Juan Martín de Pueyrredón, eran notorios unitarios y algunos desterrados, cuando él había optado por un exilio dorado en Paris y veranos en Cádiz, donde tenía sus asientos la próspera empresa familiar de cueros, para no tener problemas con Rosas. Los Pueyrredón estuvieron tres años en el Brasil. La intermediación del General Guido funcionó ya que luego de otra estadía en Paris, entre 1844 y 1849 para que Prili hiciera el Polytecnique, Juan Martín y la familia volvieron a la Argentina. El prócer a morir en San Isidro. Prilidiano a pintar a Manuelita, la hija de Rosas que está en el billete de 20 pesos que ya no vale nada, seguramente un encargo de agradecimiento por la tolerancia rosista y a enamorarse de una prima cuya madre lo despreció, hundiéndolo en el resentimiento y otras penurias psicofísicas, hasta morir de diabetes a los 47 años. Pero es muy raro que no existan noticias sobre Daniel Guido Spano, hermano mayor de Tatita y de la misma que Prili, que también viajó a estudiar Medicina a Paris y murió en 1848, antes que su hermano, Carlos pudiera llegar en su ayuda. Guido Spano estuvo en Paris y encontró a su hermano muerto, se habla de enfermedad pero el poeta en su autobiografía escribe que murió en un bosque cerca de Nantes. Es raro que los Pueyrredón no hayan tenido participación o noticias dado que el mejor amigo de Prili era un tal Albarellos, estudiante de medicina como Daniel Guido Spano. Pero volviendo a Río de Janeiro en 1841, con las dos familias reunidas, el General Guido tenía 53 años, Juan Martín de Pueyrredón 64, Prilidiano 18 años y mi tatita, Carlos Guido y Spano 14 recién cumplidos. Tatita tenía dos hermanos mayores, José Tomás y Daniel, y todos con la madre formaban en ese momento una familia feliz, esos años en Brasil fueron gloriosos, hasta la muerte de Daniel y hasta que los Guido fueron prácticamente expulsados, al entrar en conflicto la Confederación con el Brasil. En esos tres años los Guido y los Pueyrredón asistieron al coronamiento de Pedro II de Alcántara y formaron parte de su Corte ilustrada, de su atmósfera tolerante. Pedro II abolió la esclavitud, organizó una monarquía parlamentaria, aplicó conceptos económicos novedosos y fue amante de las artes y las ciencias. Fue derrocado con un golpe de estado. Pero antes de ser derrocado, en 1844, derribó la antigua Paraty, para construir la nueva Paraty, a la que el Mono Transparente se ha ido de veraneo. Algo olfateó entre tanta hojarasca histórica. Pero, ¿por qué Paraty? En esos dos años de convivencia las dos familias tuvieron sus historias, esa es la Tesis del Mono Transparente. Termino esta entrega con un poema que mi tatita le escribió a Río de Janeiro cuando era viejo, recordaba esos 10 años de adolescencia feliz, gozosa y algo disoluta, sabía que nunca iba a volver a Río ni a disfrutar las mieles de la juventud. Río de Janeiro ¿Qué podré yo decir en tu alabanza. Tierra de luz, de paz, de poesía. En que se abrió la flor de mi esperanza. Que hoy su perfume al expirar te envía¡ Quizá ya nunca, pues el tiempo avanza, Volveré a ver tu cielo, tu bahía, ¡OH princesa del valle florecido Cuyos pies besa el mar, que la alta cima refleja tus montes seculares¡ Aunque ausente de ti, jamás te olvido pues de mi alma el amoroso clima está donde susurran tus palmares¡ Carlos Guido y Spano “se abrió la flor de mi esperanza”, qué habrá querido decir mi tatita. Continúa… Acuarela y texto: Alfredo Benavidez Bedoya. Derechos reservados.